Además en el caso del vidrio, el material reciclado vuelve al mismo ciclo productivo del que partió, para volver a convertirse de nuevo en un envase 100% reciclable. Así, se evita la generación de otros objetos, menos reciclables, que finalmente terminen en el vertedero.
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Además de todo el vidrio depositado en los iglús por los españoles, Ecovidrio ha podido recuperar 63.750 toneladas de vidrio a través de 21 plantas de tratamiento de residuos urbanos, reintroduciéndolas en el ciclo productivo para fabricar nuevos envases.
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El vidrio como envase de alimentos tiene mucha competencia, pero sigue siendo el material principal para algunas categorías, como las salsas para cocinar y para esparcir.
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Los primeros son biodegradables ya que se descomponen naturalmente, los segundos deben ser reciclados por métodos artificiales o mecánicos, ya que por sus características químicas sufren una descomposición muy lenta.
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