Diseño de empaques en el 2030
Para el año 2030 el diseño de packaging será una actividad de diseño de experiencias interactivas que van a informar, facilitar, sorprender y hasta a entretener a los consumidores.
Si bien vamos a ver muchos materiales nuevos, los mayores cambios consisten en optimizar las industrias que hoy en día ya están en funcionamiento como el papel, el plástico, el vidrio y el metal.
Vamos a tener dos tipos de envases: los desechables y los durables que se podrán reutilizar recargándolos por los propios consumidores o devolviéndolos en puntos específicos para que lo haga el fabricante.
Los envases descartables van a tener una clara clasificación sobre la manera correcta de descartar en función de sus posibilidades de reciclaje locales.
Para esto vamos a ver un área destinada con indicaciones que se podrán ver con detalle mediante un dispositivo inteligente como el móvil, pulseras digitales o anteojos virtuales.
Para este tipo de envases se van a usar materiales recuperados. En el caso del papel y el plástico se van a poder identificar claramente si el material es reciclado, lo cual será algo valorado por los consumidores. Posiblemente haya una certificación de material reciclado.
Los mayores cambios consistirán en optimizar las industrias que hoy en día ya están en funcionamiento, tales como la del papel, plástico, vidrio y metal.
La botella que recientemente lanzó Johnny Walker, hecha de pulpa de papel en reemplazo de la tradicional de vidrio, es un indicio del cambio de la percepción del lujo versus la conciencia ambiental.
Más allá de la discusión si es mejor o peor para el medio ambiente, ya que el vidrio también es reciclable como el papel, este es un cambio de paradigma de las marcas premium.
La visita a las tiendas físicas con envases recargables será toda una experiencia que las marcas van a desarrollar con estaciones de recarga especialmente diseñadas para asegurar la higiene del envase antes de recargarlo con producto.
Estos envases recargables, que ahora son sosos y genéricos, van a poder tener múltiples posibilidades de personalización. Tanto para que los usuarios puedan añadir decoraciones de acuerdo a sus gustos personales así como las marcas ofrecer envases para que sean deseables.
Vamos a poder descargar diseños de envases de una gran biblioteca en la nube, para materializarlos en impresoras 3D con tan solo seleccionarlo desde la pantalla del móvil y así todos podemos crear los envases que vamos a utilizar y dejarlos disponibles para que otros también los disfruten.
En el comercio electrónico vamos a tener muchos materiales al desnudo, mínimas intervenciones gráficas y menor cantidad de recursos para optimizar su uso. Este será uno de los grandes motores de la economía circular, donde el envase que uno recibe lo devuelve en la próxima compra.
Esto ya se puede ver en el ecosistema de productos que forman parte de Loop. Es un sistema de comercialización de productos contenidos en envases durables que se devuelven cuando uno realiza una nueva compra.
El desafío que tienen las marcas en ese contexto es establecer vínculos emocionales con los consumidores sin poder contarlos sobre el packaging.
También vamos a comprar productos sin envase ya sean por ser sólidos o por tener recubrimientos naturales comestibles o biodegradables.
Para estos casos el diseño estructural del producto será la clave para personalizarlos y construir valor simbólico de marca mediante el diseño de la forma, textura, color y hasta el olor.
La secuencia de unboxing (secuencia de desempaquetado) va a ser por lo que las marcas compitan para generar las mejores impresiones con los usuarios mediante mensajes personalizados. Ese efecto WOW que sucede en la tienda va a tener que suceder cuando recibimos el pedido en casa.
Para esto la tecnología de realidad aumentada y RDIF, o una evolución de ambas, van a ser clave para transmitir mensajes relevantes a los consumidores así como llevar información o instrucciones.
Esto nos va a permitir usar un dispositivo virtual y ver en vivo y en directo un holograma que nos enseña a cocinar una de las recetas que elegimos en el catálogo virtual desplegado desde el mismo envase de pastas.
El diseño de packaging virtual percibido a través de un dispositivo puede además mostrar ingredientes, como se hizo el producto, exhibir reseñas otros usuarios, recomendaciones de amigos y hasta entretenernos con contenidos multimedia.
Muchas marcas habrán pasado el método de suscripción, como el dispensador de agua Evian que además de suministrar el agua que contiene en una burbuja de 5 litros, sirve para hacer un seguimiento de la hidratación personal y con solo apretar un botón hacer el pedido de reposición.
De esta manera todos los usuarios sabrán qué deben hacer con sus envases luego de su uso, sino es que pueden reutilizarse por alguna cuestión.
En 2030 vamos a combinar la minimización de materiales, reutilizando los envases durables, separando los reciclables, disponiendo mínimamente los descartables como hacer uso de la tecnología para construir puentes entre las marcas, las personas y la manera de hacer las compras.
Artículo fuente: https://www.elempaque.com/temas/Diseno-de-empaques-en-el-2030+136073?pagina=1